viernes, 21 de febrero de 2025

 

 

 

LOS HUANCOS DE SUMBILCA

 :UNA DANZA GUERRERA

 

Ruyer O. Espinoza Yupanqui



Representación figurada de un antiguo poblador sumbilcano por los años 1570

 

En el pueblo de Sumbilca, provincia de Huaral, desde el día primero hasta el 04 de febrero, coincidiendo con la antigua festividad incana del “hatun pacoy quilla” se celebra la festividad religiosa de la “Virgen de la Candelaria”, patrona del lugar, cuya organización corre a cargo de los comuneros responsables nombrados por acuerdo comunal.

 

Esta festividad patronal, denominada por los sumbilcanos como “Canticha”, se caracteriza por un ambiente de mágico religiosidad y un marcado costumbrismo cuando presenta una de las danzas más hermosas y deslumbrantes que tiene el Perú como los “Huancos de Sumbilca”; indudablemente es una de las expresiones culturales más auténticas de toda la región y mucho más allá, donde destaca su bella melodía producto de sentidas armonías, como también su exquisita coreografía y la sinigual belleza de su vestuario mestizo. Esta manifestación cultural nace originariamente en el pueblo precolombino de Huancavirga, y refleja las actividades cotidianas de los pobladores de esta comarca; revela además sus relaciones sociales, sus sentimientos profundos, y su espiritualidad andina. No cabe duda que, esta danza conserva originalidad y pureza a través de su música pentatónica, en los sones y acordes de un tambor andino conocido como huáncar, tinya o simplemente “caja”, además de la flauta, denominado también pincullo o quena incaica.

 

 

Lo que distingue a  los “Huancos de Sumbilca”, de otras danzas similares como los Huancos de San Agustín de Páriac, los Huancos de San Pedro de Pirca, los Huancos de Pacaraos, los Huancos de San Juan de Coto, los Huancos de Obrajillo, los Huancos de Cajatambo, o los Huancos de Marca Recuay, es la energía  telúrica que trasmite en la relación sagrada entre el hombre y la naturaleza, en la representación de la cosmovisión sumbilcana, porque esta expresión cultural significa también el ancestral enfrentamiento de las parcialidades de los “Ichocas” y los “Ishcayantas”, es por ello que los danzantes hacen gala de una exhibición de fuerza, valentía, gracia, resistencia y destreza. El maestro German Caro Ríos, al referirse a los Huancos de San Agustín de Pariac, decía, “es una danza guerrera que representa a los pumas, un símbolo totémico”.


Es muy cierto que, la danza tradicional de los Huancos de Sumbilca, es una danza profundamente guerrera y autóctona, pues a pesar de haber incorporado en el tiempo algunos elementos hispanos a su vestuario primigenio, mantiene características y cualidades prehispánicas originarias, no solo en su música y en su baile, sino también en su representación escénica y el simbolismo que irradia, recreando ancestrales y épicas batallas con paso marcial y diestros movimientos emulando a los antiguos guerreros incásicos. En Sumbilca, hasta los primeros años del siglo XX durante la celebración de la fiesta de La Candelaria, se acostumbraba realizar un enfrentamiento casi real entre las parcialidades de los Ichocas y los Ishcayantas, donde los danzantes de ambos bandos al encontrarse en las calles del pueblo se agarraban a garrotazos con unos palos de “lloque” en cuyo extremo tenía la forma acombada, llamada “canana”, con el cual no paraban de atacarse a golpes unos a otros. Esta costumbre del enfrentamiento fue prohibida por las autoridades porque producían graves y severas heridas a los órganos vitales de los bailarines causando en algunos casos hasta la muerte.

 

 El año 1797, en la vecina ciudad de Huaral, se acusaba que después de las celebraciones del Corpus Cristi, los naturales que danzaban se tiraban de garrotazos y piedras, por lo que se prohibió dicha costumbre, bajo severos castigos y multas:

“Don Juan SUAREZ VALDES, caballero profeso de la orden de Calatrava, teniente coronel de los reales ejércitos, Capitán del Regimiento Real de Lima, comandante militar, y juez súbdito de este partido. Por cuanto ha llegado a mi noticia, los desórdenes cometidos en las danzas del pueblo de Huaral, con las de esta Villa, concluida la octava de corpus, que se conduce San Juan, para otro pueblo, y que estas en dicho día, unas con otras, se tiran de garrotazos y piedras, de que puede resultar alguna muerte o heridas: Ordeno y mando, que se abstengan de este exceso; porque siempre y cuando así lo verifique, se les castigará, bajo pena de la multa, de cuatro platas cuatro reales, y ocho días  de cárcel, al que contraviniere a esta orden. Del mismo modo, y bajo de las mismas penas, mando que ninguno entre a caballo en la Plaza, ni por las esquinas de ella, en la octava de corpus; en atención a la poca veneración y respeto que estos tienen al santísimo sacramento y para que ninguno alegue ignorancia se fijara en el lugar acostumbrado. Chancay, junio 20 de 1797. Juan VALDEZ. Por mandato del ilustrísimo Sub Delegado. Antonio Fernández del Pozo”.

 

Es muy cierto, que los Huancos de Sumbilca, se traduce como una danza tradicionalmente belicista porque evoca el carácter valiente y rebelde del antiguo sumbilcano que ha tenido que afrontar durante su historia diversos conflictos armados, desde los ataques de los pequeños reinos y cacicazgos vecinos, después la conquista de los incas a cargo de Túpac Yupanqui, y el peor de todos, la invasión de los españoles que trajo la desculturización a través de la guerra religiosa de los curas extirpadores de idolatrías, que en realidad fue una represión institucionalizada; posteriormente durante la defensa de su territorio local con el líder Mateo Yupanqui; así también los saqueos y pillajes de todos los ejércitos, amigos y enemigos, que pasaron por Sumbilca, con el pretexto de la guerra.

 

 

     ORIGEN DE LA DANZA GUERRERA

  DE "LOS HUANCOS" DE SUMBILCA




Versión ficticia de un antiguo guerrero sumbilcano por los años 1570


 

El origen de esta danza se remonta a la época prehispánica, como resultados de las fiestas tribales –como todas ellas- destinadas a rendir culto a los dioses indios. Los pueblos ganaderos de origen aymara (pre-agricultores- serranos), ofrecían fiestas a los dioses de la ganadería y de la caza. Inicialmente estas fiestas se realizaban juntas en una misma fecha; después durante la colonia estas fiestas totémicas se van a realizar por separado con el nombre de “rodeo” y “huanco”, también se le conocía como “chaco” (Pedro E. Villar Córdova).

 

En el siglo XVII, al realizarse la fiesta de la caza los hombres encendían antorchas y vestían al modo yunga (llanos o valles de la costa) e iban a las alturas a cazar “huancos(1)  huanacos para ofrecerlos en sacrificio. El día del festejo se reunían en el inakcha (adoratorio al dios de la caza) y colocaban a buena distancia cuatro grandes astas o postes de palos, en cuyos extremos colgaban plumas de colores, los indios como en las competencias griegas, corrían y el primero que llegaba a cualquiera de los palos, se le daba un premio, luego al vencedor se llevaba delante del ídolo y se le daba a beber abundante chicha, este ritual hacía entender que era un valiente, puesto que había bebido con el ídolo, y era alabado y admirado por todos en el pueblo (Francisco de Ávila-traducción de Arguedas 1966; Jacinto Barrasa 1674).

 

“También hazian otra fiesta a otro adoratorio llamado Ynaccha en que al modo del sábado Santo encendían lumbre nueva y vestidos al modo yunga iban a la puna a caçar guanacos para ofrezer sacrificio y el día de la fiesta corrían como antiguamente, el pabo poniendo en quatro hastas, a buenos trechos, unas plumas de colores y el primero que llegaba a qualquiera dellas se la davan por premio, y luego con alavanças de vencedor le traían delante del ídolo y le davan a bever en las tazas o mates dedicados a él (llamanse aquillas) dándoles a entender que de allí adelante an de ser más valientes, pues an participado de la bebida del ídolo y todo el tiempo que dura esta fiesta a de estar el fuego nuevo encendido cebándole siempre sin consentir que se  apague. Usavan también otra invención y era traer unas máscaras o caratulillas cortadas del rostro de un hombre con el mesmo hueso y piel como estava antes, para lo qual devían de tener algún género de sierra o instrumento muy agudo y procuravan que fuese esta máscara de algún indio principal señalado y al tiempo que avian de coger el maíz se la ponía uno sobre su cara y con solo esto cobrava tanta autoridad que le traían en andas como en procesión y le hazian ofrendas como a cosa divina”. (2)

 

través del tiempo este antiguo ritual ceremonial dedicado al dios tutelar de la cacería  pasó a ser una mera costumbre que distraía al pueblo durante las fiestas religiosas instituidas por los curas españoles, por lo que, se le tomó incorporando algunas modificaciones occidentales, lo que evidencia una interculturalidad que fusiona lo autóctono y lo hispano, especialmente en el desarrollo del baile desde el pasacalle, la pasión, la mudanza, “el paripar”, la tarea o “chuteygallo”, también en el disfraz  de los Huancos.

 

(1)   “Huancos”, en el dialecto hake aru, significa “el que tiene los miembros cortos”, y entre todos los auquénidos es el huanaco, quien tiene los miembros cortos; el agregado de la segunda letra “a”, se debe a una corrupción fonética nativo hispana.

(2)    [Traducción original de José María Arguedas de las visitas de idolatría del Presbítero Francisco de Ávila, cura de la doctrina de San Damián de Huarochirí; a esta información etnográfica se suman las crónicas del padre jesuita Jacinto Barrasa, quien aporta valiosos datos de la primera campaña de las idolatrías].

 

 

DEFINICION, CARACTERISTICAS  Y

 DIMENSIONES  DE LA DANZA

 

Danzante Huanco de Sumbilca

 

La danza de los Huancos de Sumbilca, desde su nacimiento –por decirlo así- ha trascendido en el tiempo, y para sobrevivir ha tenido que reinventarse, adaptando y cambiando su forma, pero sin perder su esencia original como expresión cultural. El “San Marcelo” es el santo patrono católico de los Huancos, que como un juez inflexible vigila para que la costumbre se realice escrupulosamente con gran orden, con disciplina y respeto. Ahora que mencionamos a San Marcelo, la gran pregunta sería porque este santo está relacionado con la danza de los Huancos. Se asegura que los curas evangelizadores (Jesuitas) durante los años de la conquista fueron los que implantaron a los diversos santos como patronos en los pueblos del Perú. Al parecer los curas encargados de la sub-doctrina de Sumbilca, con mucho acierto, escogieron bien a San Marcelo como patrón de los Huancos. Lo cierto es que este santo fue uno de los más valientes sacerdotes de Roma en la terrible persecución de Diocleciano en los años 303 al 305. Animaba a todos a permanecer fieles al cristianismo, aunque los martirizaran; en el año del 308 DC. fue elegido como Papa; posteriormente canonizado y llamado "Guerrero”, murió el 16 de enero, fecha cercana a la fiesta de La Candelaria.

 

En efecto, en Sumbilca, el día 04 de febrero, como parte de las celebraciones de “La Candelaria” se realiza la tradicional “sacada de gallos” a cargo de los mismos danzantes pertenecientes a las dos parcialidades, y bajo estrictas reglas que se conservan desde tiempos inmemoriales. La sacada de gallos, es el momento más alto en las celebraciones. Los comuneros responsables se encargan de plantar en la plaza del pueblo dos palos gruesos de grandes dimensiones en cuyos extremos ponen argollas por donde pasan lazos o sogas, y en el centro de la cuerda se amarra muy bien a un gallo ya muerto, que finalmente después de una reñida competencia atlética entre los danzantes será el premio del huanco ganador que logro sacar al emplumado después de cumplir las condiciones establecidas. Pero ninguna descripción que se pueda hacer de esta hermosa costumbre, única en todo el Perú, no podrá ser mejor que presenciarla, y vivirla de manera personal.

 

La danza de los Huancos, durante el decurso del tiempo se ha convertido en un medio de comunicación no verbal, mostrando un lenguaje corporal que revela la esencia y la expresión de una comunidad mestiza como Sumbilca. Los Huancos, como la danza guerrera, mantiene una fortaleza física muy dinámica a fin de realizar los diversos movimientos del baile. Además de la expresión corporal y del dominio de autocontrol para poder orientar la energía cinética al desarrollo de la danza, posee una buena coordinación corporal y el equilibrio necesario para poder vencer los efectos de la gravedad y mantener el cuerpo en la postura deseada en armonía del espacio durante la sacada del gallo.


SERIE RAICES DE MI PUEBLO PERÚ

https://www.researchgate.net/publication/389207372_LOS_HUANCOS_DE_SUMBILCA_UNA_DANZA_GUERRERA