MATEO YUPANQUI “El Diablo Mateo”:
MITO O REALIDAD
Ruyer
Espinoza Yupanqui
Las expresiones y manifestaciones culturales de nuestros pueblos que se transmiten de
generación en generación, nos permiten apreciar fenómenos
o elementos muy importantes para la comprensión de la cosmovisión andina; pues los
saberes ancestrales trasmitidos por la tradición oral, tienen el propósito de difundir conocimientos y experiencias a las
nuevas generaciones, y a su vez actúa en su área geográfica como el
vínculo de un pasado histórico común manteniendo lazos de identidad cultural,
de esta manera se genera un proceso de mestizaje entre lo hispánico y lo
andino, dando lugar a una reelaboración cultural con nuevos matices.
La comunidad andina en base a la interpretación de
sus propias experiencias o vivencias, está recuperando y redescubriendo las
relaciones energéticas entre el hombre y la naturaleza a través de su singular
existencia generacional histórica, para modelar su espíritu con las enseñanzas
del pasado, en todo lo que tienen de grandioso, a fin de exaltar el concepto de
la propia cultura.
Sumbilca, un sentimiento para
los sumbilcanos. "Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios,
aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta"
(Homero)
La historia del Diablo Mateo es una narración
tradicional trasmitida en forma oral de generación en generación de hechos
imaginarios y sobrenaturales entremezclados con realidad que sucedieron en la
comunidad de Sumbilca, provincia de Huaral.
La “leyenda del Diablo Mateo” está basada en el
relato de la vida de un personaje real impregnado de una verdad desconocida
pero también deformada o muy exagerada por el imaginario popular.
En efecto, el carácter fantástico que la población
vernácula atribuye a la historia de Mateo Yupanqui, ha acabado con su parte de
realidad, tornándola en leyenda. Pero a pesar de ello el pueblo sumbilcano
reconoce en Mateo Yupanqui a un personaje inolvidable e imprescindible en la
historia local. Clara demostración es que la calle principal del pueblo de Piscocoto,
caserío de Sumbilca, lleva actualmente su nombre.
El profesor sumbilcano Edilberto Espinoza Padilla,
en uno de sus acostumbrados diálogos reflexivos con sus alumnos de la Escuela
425, decía: “Nadie debe dudar de la real
existencia de este hombre llamado Mateo Yupanqui, nacido en Sumbilca, y que por
su probada educación y amor a la justicia encabezó un movimiento reivindicador
en favor de su pueblo”.
La presentación de esta “leyenda” es para explicar los
hechos históricos ocurridos en la época colonial, durante la composición de
tierras y litigios comunales en la comunidad de Sumbilca; sin duda, esta es la
parte que hace creíble a esta historia, porque se ubica en un espacio y tiempo
real definido. La comunidad de Sumbilca es el elemento central, es el espacio
donde sucedieron los hechos, y el tiempo histórico se ubica por los años de la
guerra independentista, época de dura lucha por la liberación de la invasión
española.
Existe abundante documentación confirmatoria que durante la época colonial se agudizaron los problemas entre los pueblos vecinos de Sumbilca; en efecto durante dicha periodización histórica se llevaba a cabo un proceso de composición de los linderos comunales. Sumbilca poseedora de grandes extensiones de tierras, se encontraba seriamente amenazada por la apetencia de los pueblos vecinos; aquí es cuando aparece Mateo Yupanqui para salvaguardar los intereses sumbilcanos.
Cucacalle, es un paraje serrano
impregnado de misterio, de magia andina, y quizás un espacio de mucha energía
magnética donde ocurrieron sucesos increíbles, de allí que se conservan
creencias populares ancestrales; es en este lugar por donde recorría el “El
Diablo Mateo’’ con sus banda musical conformado por otros “diablos”, camino
a Coillao.
Mateo Yupanqui, tuvo existencia física, verdadera y efectiva hacia finales del siglo XVIII, probablemente su nacimiento sería en Sumbilca al rededor del año 1788, por el fresco recuerdo que se tiene de él, y por las vestimentas y otros objetos que dejara, y que hoy se encuentran en poder de los herederos de su biznieto directo don Raymundo Yupanqui C. Del mismo modo, por la documentación hallada en el Archivo General de la Nación, sobre los juicios de tierras comunales de aquellos años; está probado que don Mateo Yupanqui, como dirigente comunal representó incansablemente a la comunidad de Sumbilca frente a las amenazas de las comunidades vecinas, por ello se dice que fue envenenado por comuneros raumeños, temiendo que Mateo Yupanqui por su gran habilidad podría ganar para Sumbilca las tierras de Ingasuyo; aunque otra versión sostiene que fueron los marqueños porque tenían un pleito de muchos años, por las tierras de Coscay, registrándose querellas durante los años 1657, 1787 y 1826.
El 18 de marzo de 1645, el virrey Mancera comisionó
al Corregidor de la Provincia de Canta, don Manuel de Castilla, para la visita,
venta y composición de tierras en dicha jurisdicción (A.G.N. Ms Cit. Leg. 270. C: 1020 fol. 81.- La visita de Pedro de
Meneses –1644). A mediados del siglo XVIII se realiza la segunda
composición de tierras comunales en el Perú, con ella se modifica parcialmente
la demarcación del territorio sumbilcano. De acuerdo a las disposiciones
coloniales durante la repartición de tierras, Sumbilca no podía aspirar a la
posesión del maizal de Coillao, ya
que se le había dado el maizal de Piscocoto,
quedando Coillao como tierra
excedente, por lo cual fueron dadas legalmente a la comunidad de Pampas, que carecía de tierras bajas.
Pero los sumbilcanos no renunciaron a tenerlas por lo cual iniciaron un
litigio, que al parecer por los años próximos al 1825, los sumbilcanos
dirigidos por el legendario y héroe de la guerra de la independencia, el Sub
Teniente de Graduación don Mateo Yupanqui, echaron definitivamente a los
pampasinos de Coillao.
Al parecer por las cercanías de 1750, la comunidad de Sumbilca vende a Rauma las tierras de Ingasuyo por motivo que los raumeños contaminaban las aguas del río con los desechos de los minerales que extraían de las minas de la parte alta. Los huandarinos igualmente perjudicados por el agua contaminada vendieron a los raumeños el maizal de Capia en un celemín de escudos de plata. Años después los sumbilcanos encabezados por el legendario Mateo Yupanqui, trataron de recuperar las tierras de Ingasuyo, fracasando en su intento por el asesinato del líder sumbilcano.
A fines del siglo XVIII se produce un largo litigio
entre Sumbilca y las comunidades de Huándaro
y Rauma, a razón que las segundas se
habían apropiado de unas tierras de Sumbilca en el paraje de Acull. Al parecer este pleito lo perdió
Sumbilca ya que en la actualidad no tiene la posesión de dichas tierras.
Paraje de Cullutrume, al pie de los predios de la milenaria ciudadela
de Wancavirga
LA LEYENDA DEL DIABLO MATEO
(Tradición de la Comunidad de Sumbilca.)
Rescatado y narrado por el Profesor Arcadio Arteaga
León, natural de Pállac –Huaral; publicado en “Mitos y Leyendas Andinos”, Lima
-1976.
Llamaban el Diablo
Mateo al hijo de una sumbilcana que vivía en el paraje de CURAC – CALLE, lugar
vecino al maizal de Coillao y que la conseja popular daba como hijo del
ayuntamiento de la sumbilcana con el diablo. Pues el niño de cuerpo deformado,
manos toscas, pies desmesurados, tenía además actitudes raras y fuera de lo
natural. Así aprendió a leer sin tener escuela, sacaba árboles de un solo
tirón, desgajaba pedrones que otros no podían ni moverlo, levantaba un saco de
papas con una sola mano, podía escribir y firmar con los pies. Cuando Mateo
creció y llegó a la plenitud de sus fuerzas, convocó a los sumbilcanos para
apoderarse de COILLAO y marchando a la cabeza de ellos bajaron al maizal donde
estaban precisamente en pleno sembrío del maíz los pampasinos. Mateo desafiante
ordenó parar las yuntas que trabajaban y a retirarse inmediatamente a los
pampasinos. Como éstos no le hicieron caso, entró a la chacra y con una mano
aventaba a la yunta a un lado y con la otra mano al gañan lejos al otro lado.
Cuando los pampasinos le atacaron en carga montón, bastó que Mateo los tocara
para dejarlos privados en el suelo. Los demás huyeron para no volver más.
INTERPRETACION DE LA LEYENDA
NACIMIENTO:
Hijo de una pastora sumbilcana conocida como Juana
Yupanqui, que vivía en el paraje de Curacalle, y del diablo. Se desconocía al
padre.
EXPLICACION:
Hay indicios que hacen suponer que el padre pudo
ser un personaje de tipo español o mestizo que vivió al margen de la ley,
quizás un pishtaco1 o un salteador. En aquellos años de
profunda fe religiosa donde la moral era lo primordial, un hijo ilegitimo era
mal visto, por lo cual se inventó una paternidad fantástica.
Tenía manos y pies grandes, con abundante bello,
cuerpo deforme; en suma, era muy diferente al común de los sumbilcanos.
EXPLICACION:
Mateo Yupanqui posiblemente mestizo tenía la
fisonomía del tipo español, claro está no semejaba para nada al común
sumbilcano de aquellos tiempos, con profundos rasgos físicos andinos.
SU
COMPORTAMIENTO:
Tenía costumbres y actitudes raras que no eran
normales. Aprendió a leer y a escribir sin ir a la escuela; era sumamente hábil
y muy inteligente.
EXPLICACION:
Para los sumbilcanos lo normal era lo que ellos
hacían desde sus ancestros. Los conocimientos hispanos que adquirió prueban que
Mateo frecuento a su padre posiblemente oculto en el paraje de Curacalle.
FICCION
Y REALIDAD:
Tenía una fuerza descomunal, arrancaba arboles con
una sola mano, levantaba enormes peñascos y al solo contacto con sus manos a
sus enemigos los dejaba privados de conocimiento.
EXPLICACION:
Cuando es difícil
de definir dentro del imaginario popular, sin lugar a dudas es cuando lo
sobrehumano, lo sobrenatural, lo fantástico se constituye en el aderezo
imprescindible en toda la historia que escapaba a la comprensión del pueblo. El
temor a lo desconocido constituía una forma de amenaza, por eso de la
conceptualización y visualización del trauma cultural, que se acentuó en el
colectivo, principalmente de los moradores vecinos al pueblo de Sumbilca.
(1 ) La leyenda del pishtaco o pishtakuq como asesino
"degollador", surge entre la población de los Andes Centrales
peruanos (Junín, Huánuco, Pasco, Ancash y la sierra de Lima) https://es.wikipedia.org/wiki/Pishtaco
El arqueólogo Pedro Eduardo VILLAR CÓRDOVA, encontró evidencias que los pishtacos existieron en cuevas próximas a San
Agustín de Pariac, Huayopampa,
“Las culturas prehispánicas del departamento
de Lima (1935)”
El pishtaco suele ser un hombre blanco y, menos
corrientemente, un mestizo. La visualización más antigua de esta figura es la
de un hombre blanco, alto, barbudo con cara repulsante, vestido de hábito de
convento provisto de una chapuza. Estudios Latinoamericanos (2019) “La figura del
pishtaco andino”
Centro poblado de Piscocoto, maizal del pueblo de Sumbilca |
LIDER SUMBILCANO CONVERTIDO EN LEYENDA
Por Alejandro Grados Sánchez (*)
Publicado por RecearchGate, Discover
scientific knowledge and stay connected to the world of science.
https://www.researchgate.net/publication/362242293_Raices_de_mi_Pueblo_Peru
Raíces de mi Pueblo Perú Serie No. I- 001 2022-07